1) Mantente activa siempre y cuando no necesites guardar reposo.
2) Haz ejercicio para fortalecer los músculos de la zona.
3) Utiliza siempre un calzado cómodo, con una buena suela que amortigüe tu aumento de peso.
4) Si tienes que levantar algún objeto del suelo no lo hagas nunca doblándote desde la cintura, flexiona las rodillas y baja suavemente mientras mantienes la espalda recta y relajada.
Si necesitas coger algo de peso pide ayuda. Si no tienes a nadie alrededor lo mejor es que lo repartas. Por ejemplo, si vas a la compra lo mejor es repartir todo en varias bolsas para que el peso quede equilibrado entre los dos brazos.
5) Si vas a estar un buen rato de pie, procura cambiar la postura cada 15 minutos para permitir que los músculos descansen. Una buena solución es mantener uno de los pies apoyados en un pequeño taburete e ir alternando.
6) Si por el contrario tienes que estar sentada durante mucho tiempo, haz descansos cada hora para dar un paseo y estirar las piernas.
Una mala postura sentada también hará que te duela la espalda, por eso, ponte un pequeño cojín en la zona lumbar o en la curva de la columna vertebral para que te sujete y ésta no quede pegada por completo al respaldo de la silla.
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