Practica un poco de yoga para ganar tono y equilibrio

Existen muchos tipos de yoga con sus respectivas metodologías y no todos son compatibles con los problemas de los huesos.

Así que infórmate bien para dar con el que te ayude a sentirte mejor y descartar los que incluyan ejercicios que incluso podrían agudizar tu dolencia.

HATHA YOGA, LA VARIANTE MÁS "OCCIDENTALIZADA"

Esta variante de la milenaria disciplina hindú es la más extendida en el mundo occidental. Se basa en el dominio del cuerpo y la respiración y consiste en un sistema de ejercitación de tácnicas de posturas, respiración y relajación que benefician a todo el organismo.

¿PARA QUIÉN ES ADECUADO?

Esta modalidad de yoga resulta adecuada para personas de todos los niveles, edades y forma física, ya que se trabajan ejercicios más suaves o más exigentes, dependiendo de cada practicante.

Supone un sistema de entrenamiento completísimo, ya que fortalece, tonifica, alinea y mejora la salud de nuestro cuerpo, además de aumentar la flexibilidad y el tono muscular. Se recomienda especialmente a personas con dolencias de espalda, puesto que elimina las contracturas musculares, alivia el dolor crónico y mejora el estado de las articulaciones.

También funciona como método preventivo, ya que ayuda a estirar, alargar y fortalecer la columna.

¿EN QUÉ CONSISTE?

Se basa en la práctica de posturas (asanas) que ayudan a contrarrestar los malos hábitos posturales, consiguiendo que el cuerpo gane flexibilidad al favorecer los estiramientos.

La respiración, la relajación y la serenidad mental que se consiguen también ayudan a eliminar tensiones y, por tanto, a aliviar el dolor. Una sesión (puede oscilar entre 10 minutos y 2 horas) empieza por un calentamiento, sigue con una serie de posturas y acaba con una relajación final.